dilluns, de maig 05, 2008

davant una persona intel·ligent, només puc callar per escoltar...

Joan Miquel Oliver, compositor y cantante del grupo Antònia Font
"Me duele no haber visto ningún ovni"
VÍCTOR-M. AMELA - 05/05/2008

Tengo 34 años. Nací en Sóller. Soy músico y ahora escritor. Estoy arrejuntado y tengo un hijo, Joan (4). ¿Política? Escepticismo filosófico. ¿Dios? No. Me gusta jugar al Lego con mi hijo, hacemos Star wars. Me afeito sólo los domingos por la mañana, al compás del cosmos

¿Cuántos ovnis ha visto?
Me duele no haber visto ninguno. ¡Me encantaría! Una vez creí ver uno y me invadió una felicidad...

¿Por qué?
¡Era la prueba de que no estamos solos, de que estamos acompañados en el cosmos! ¿Cómo fue la visión? Unas luces extrañas en la noche, en Mallorca. Al final resultó ser el reclamo de un puticlub. De todos modos, estamos rodeados de ovnis, fíjate en esas lámparas... Sí, muy de diseño... Miras alrededor y adviertes lo marciano que es casi todo... Me encanta ver así las cosas. Ahora compongo una canción sobre un marcianito: "Era un marcianet de veritat, tenia quatre braços i no era ni baixet ni alt...".

Todos somos marcianitos, ¿no?
Todos tenemos diferentes roles: yo no soy el mismo en el escenario que en casa, ni contigo que con mis padres...

Lo decía Borges: "Soy mil hombres...".
Ahí Borges se tiraba el rollo: ¡mil hombres! Eso no sé, pero cinco o seis, ¡seguro que sí!

¿Quién le gustaría ser un ratito?
Mick Jagger: ¿cómo debe de ser eso? ¡O Juan Luis Vermal, mi profesor de metafísica en la universidad! Pero creo que entonces me estallaría la cabeza en cinco minutos.

¿Y eso?
Aquel hombre podía tirarse dos horas hablando de Heidegger con aquella profunda voz... Yo, fascinado, no entendía nada, y me preguntaba cómo sería tener todo eso en la cabeza y entenderlo... ¡Seguro que me saltarían los ojos del cráneo!

¿Estudió usted Filosofía?
Sí, en COU vi que cada filósofo desmentía al anterior y proponía otra visión. Y quise descubrir la más completa y convincente.

¿Y qué verdad descubrió?
Alcancé la respuesta de que no hay respuesta. Por eso hoy soy un escéptico. Porque vi que todos quieren tener razón..., y eso lleva a tachar de imbécil al otro. ¡Ah, pues entonces no me interesa la razón! He aquí el problema de la ciencia: que se impone como verdad única, ¡es tiránica!

¿Conclusión?
Si yo digo: "Mi patria son los ordenadores Spectrum", ¿por qué no asumirlo sin pensar que soy un frívolo o un idiota? En fin: nadie entiende a nadie. De hecho, ¡cuesta entenderse a uno mismo! Seguramente, hago lo que hago para ver si me entiendo.

¿Cuándo empezó a componer?
Mi padre era músico profesional, tocaba en hoteles de Mallorca. Cuando un día me planteé aprender a tocar la guitarra, ¡descubrí que ya sabía! Jugaba con instrumentos...

¿Siempre quiso dedicarse a la música?
Fue al ver que las paridas que inventaba generaban dinero. Yo lo hacía por ganas de hacerlo, sin propósito profesional. ¡Es que no sé hacer más que lo que me gusta hacer en cada momento! Y aquí estoy.

¿Da mucho placer estar sobre un escenario ante gente que te adora?
La verdad es que eso te vuelve gilipollas. Estaba en el Liceu tocando... y a la cuarta canción tuve que decirme a mí mismo: "¡Céntrate, tío!", porque no estaba concentrado en la música, sino tocando automáticamente y absorto en la cantidad de gente que veía allí.

¿Qué es lo mejor de ser artista?
Que haces lo que te da la gana sin grandes peligros. Si a un arquitecto juguetón se le cae una casa, ¡muere un montón de gente! Yo puedo jugar... ¿y qué arriesgo, eh? Como mucho, que nadie me haga caso... Bah.

Y tan pancho.
Por eso me da la risa cuando me avisan: "¿No estás arriesgando mucho?"... por escribir un libro. ¡Pero si no arriesgo nada! Lo hago por gusto, y no pasa nada. Eso se llama libertad. Yo invento paridas, y resulta que generan dinero, y ese dinero me da libertad para seguir inventando paridas... Es una suerte. No he planificado nada. Sólo necesito estar convencido de lo que hago. ¡Ya se encarga la realidad de recordarme que soy una mierda!

¿De qué le ha servido escribir el libro?
He visto que podían hacérseme las cinco de la tarde sin haber comido nada, abducido escribiendo, ayunando como un místico.

¿Cuál ha sido su reflexión más gorda?
¿Por qué existe el cosmos en vez de no existir? Esta es la Gran Incógnita. ¿Por qué existo, siendo lo natural no existir? Somos muertos de vacaciones, somos domingueros cósmicos, somos guiris en este país de la vida.

¿Cuándo lo ha sentido más claro?
Cada vez que alguien nace a la vida o cada vez que alguien la deja.

¿Tiene alguna respuesta?
Creo que desde el punto de vista matemático, la no existencia es imposible. La no existencia es Dios.

¿Piensa usted en estas cosas mientras se afeita por la mañana?
Me afeito sólo los domingos por la mañana. Un artista añora la rutina, a causa de su poco rutinaria vida; yo me regalo esa rutina.

Podría afeitarse dos días por semana.
¡No! Una semana es una fracción exacta de la vuelta circunsolar de la Tierra: me vincula al cosmos, me sienta muy bien. Si además quisiera afeitarme los jueves por la mañana, por ejemplo, acabaría despistándome de día..., y al final esto sería un cachondeo.

¿Qué es la belleza?
Proporción, simetría, contraste, nitidez.

Parece que hable de un televisor.
Será porque la belleza es superficial.


Declinar
Le gusta ser principiante en todo y por eso canta, compone canciones (Antònia Font) y poemas, escribe un libro, dibuja, produce a Sisa, dirige una peli... Todo "por ver qué pasa, por cambiar de rollo", me dice. Es lo contrario de una conducta irreflexiva, es una actitud sabia: no autolimitarse. Oliver combate el binomio verdadero/ falso del paradigma científico con el método artístico: imaginación sin fronteras. Leer su El misteri de l´amor (Empúries) asombra por su ingenio, su humor, su libertad formal y conceptual. Le pregunto dónde ha aprendido más: "De mis juguetes de niño, de jugar con mi hermano al Scalextric, Tente, MSX, Telesquetch, Electrotrén, Pista Looping… Luego todo ha sido declinar".

dissabte, de maig 03, 2008

El llenguatge.

És curiós, molt, la capacitat que tenen els poders fàctics d’adaptar el llenguatge per a poder dir veritats com punys que son autèntiques barbaritats, i tenir-nos calmats.

D’entrada, el capitalisme empra el nom artístic d’economia de mercat.

L’imperialisme: globalització.

A les víctimes del imperialisme les anomenen països en vies de desenvolupament, que és com anomenar nens als nans.

L’oportunisme: pragmatisme.

La traïció: realisme.

Als pobres: persones de recursos escassos.

La expulsió dels nens pobres per el sistema educatiu és conegut per deserció escolar.

El dret del amo a acomiadar al obrer sense indemnització ni explicació, s’anomena flexibilització del mercat laboral.

El llenguatge oficial reconeix (o ho feia fins fa poc) els drets de les dones entre els drets de les minories, com si la meitat masculina de la humanitat fos la majoria.

Enlloc de dictadura militar, hi ha processos.

Les tortures càstigs il·legals. O també pressions físiques o psicològiques.

Quan els lladres son de bona família, no son lladres sinó cleptòmans.

El saqueig dels fons públics per els polítics corruptes: enriquiment il·lícit.

Un negre, és un home de color.

No son morts els éssers humans aniquilats en operacions militars: els morts en combat son baixes i els civils que es troben en mig sense entendre ben res, son danys col·laterals.

Dignidad era el nom d’un dels camps de concentració de la dictadura Xilena i Libertad la presó més gran de la dictadura uruguaiana.

Paz y Justicia és el nom del grup paramilitar que va matar per l’esquena a 45 pagesos (la majoria dones i nens) mentre resaven dins una església a Chiapas.

Tot això i molt més ho explica l’Eduardo Galeano al llibre PATAS ARRIBA. Me’l estic llegint aquests dies.

No diu res que no sabem, però m’agrada la manera com ho diu.

De moment, crec, que hauria d’ésser un llibre de lectura obligada als instituts.